Nos encontramos a 3400m en el ombligo del mundo, la ciudad de Cusco, o a la Roma Inca.


Una preciosa ciudad en la que se puede ver una extraña combinación de arquitectura Inca y arquitectura española del siglo pasado.



Al llegar todo fue precioso, caminamos y conocimos la ciudad.




Pero... justo antes de irnos a dormir, pronto ya que teníamos un trekking que empezaba muy temprano en la madrugada, comenzó el show.


Yo fui incapaz de quedarme dormido, al principio pensé que sería porque estaba emocionado por el trek, pero luego empeoró. Comencé a tener un dolor de cabeza fuertísimo y a tener náuseas. Deliraba, como si me hubiese tomado ayahuasca una vez más y pensaba que perdería el conocimiento. A pesar de ello me mantuve en cama bastante tiempo, hasta que fue insoportable y me fui al salón del hostel a beber mate de coca.



El reloj dio las 4:30 de la mañana y nos preparamos y nos fuimos al trek.


Diego!